1.8.05

incidentes del futbol

el año pasado estuve en riesgo de ser suspendido definitivamente de la liga del ajusco por algunos intensos acontecimientos durante un ríspido partido.
hube de defender mi posición por medio de una carta para no quedar expulsado.
a continuación anexo dicha carta.

A los integrantes de la liga, a la junta:


Redacto la presente para referir lo acontecido el pasado sábado nueve de octubre del presente año, día en que tomó lugar, en las canchas del Gotcha, el partido Toledo vs. Palma. Motivo de ambigüedad resultaron las palabras que proferí, también de ofensa y resentimientos. Estoy enterado de que alguno, o algunos, de los jugadores del Palma se quejaron de mi actitud en el partido y lo hicieron saber a la junta el pasado jueves catorce. La presente intenta clarificar la situación, propiamente la mía.
El partido fue ríspido. Siempre hubo gritos. Cerca del final se marcó una clara falta dentro de nuestra área (motivo de penal) por la que uno de los jugadores de mi equipo fue expulsado. El jugador del Palma que recibió la falta se molestó e inmediatamente se paró y atestó un cabezazo al jugador ya expulsado. Yo le pedí atentamente al árbitro que expulsara al jugador del Palma para que el partido pudiera seguir en condiciones justas. El árbitro consultó a su juez de línea quien no había visto nada y por lo que ninguna acción fue tomada al respecto. Mientras el arbitro consultaba al juez de línea el jugador del Palma caminó al medio campo en donde hubo de discutir verbalmente con uno de los jugadores de mi equipo a quien, acto seguido, tiró un golpe a la cara. En ese momento me molesté ante el peligro de tener a un jugador del equipo contrario atestando golpes impunemente contra los jugadores de mi equipo. Corrí al medio campo a confrontarlo verbalmente y entonces le pregunté: ¿Te quieres morir hoy? Luego: Te vas a morir.
De antemano, y dada la susceptibilidad de los jugadores del Palma, me disculpo si alguien, quien fuera en la Liga, se sintió ofendido, o peor, agredido para con mis palabras. No es mi intención matar a nadie. No tengo, no en esta vida, necesidad de privar de la vida a nadie. No está dentro de mis intereses particulares y seguramente no interferirá con el desarrollo de mi paso por el fútbol, particularmente por esta Liga. Todos habremos de morir. La muerte es eminente. Eso es algo inevitable. Es bajo estas ideas que formule las palabras antes consideradas. Las palabras que salieron de mi boca fueron pensadas una a una y ordenadas. Ahora entiendo que la ambigüedad en ellas contenida resulta ofensiva ante la paranoia general que se vive en estos tiempos. No trato aquí de solucionarlo todo con una disección lingüística. Trato, más bien, de explicar que las palabras dichas quisieron siempre significar otro de aquello que los jugadores del Palma entendieron. He también de aceptar que fui yo quien las profirió y que, por ende, soy responsable del malentendido que pudieron haber concertado. Reitero, entonces, mi disculpa ante el malentendido que significaron mis claras referencias a la contundente muerte. Reitero, también, que no tengo intenciones de tomar por mía la vida de otro.
También, después de analizar la reacción que hubo (me parece que general –de preocupación) ante los sucesos antes referidos, he tomado la decisión de “callarme la boca”. No me molestan a mí mis palabras. Lo que me resulta incomodo es que una mala interpretación (por ende una mala lectura) de ellas pueda privarme de uno de mis gozos exquisitos: subir al Ajusco los sábados por la mañana a jugar fútbol. Ante la incomprensión de mis referencias procuraré no agredir más a nadie.
Dicho esto aprovecho para sugerir que el arbitraje sea analizado de cerca. Yo me encuentro en el problema de tener que redactar esta carta por culpa de un mal arbitraje. Quepa o no he de mencionar que después del partido de ese sábado yo quedé lesionado y no pude jugar el domingo. La lesión ocurrió en un choque en el área chica después del que el jugador del Palma se paró a confrontarme y empujarme. Es decir, fue el quien cometió la falta y además buscó riña. A lo largo del partido los jugadores del Palma pegaron y pegaron duro. Eso además del cabezazo y el golpe a la cara. Cabe considerar que mucho de esto que cuento podría haberse evitado con un arbitraje atento.
Me despido dejando a su consideración los hechos referidos que acontecieron en la fecha mencionada. Agradezco la atención que se le preste a la presente. Gracias.


Atentamente,
IAM FGA
Toledo